Las Palabras Mágicas

Dar las gracias, tan fácil y tan poderoso. -…si pero no has dicho la palabra mágica

-Por favor

-Ahora sí…

-Gracias

Seguramente todos hemos escuchado alguna vez este diálogo, sobretodo si trabajamos o tenemos contacto con niños a los que a veces se les olvidan esas normas «de cortesía» adulta.

Se habla mucho de niños educados, bien educados, maleducados…y suele resultar más simpático un niño que te da las gracias, pide las cosas por favor que otro que lo hace de malos modos, sin dejar de ser, en cualquier caso, como sabe ó como puede… algo que a veces se nos olvida a los adultos que tendemos a etiquetar sin pensar en lo que hay detrás y en por qué se comporta así.

Pues bien…si un niño es de una u otra manera suele ser porque:

  1. Le han enseñado a ser así (es lo que ha visto, con lo que se ha ido quedando de lo experimentado en su entorno desde que nació.)
  2. No le han enseñado a ser de otra manera.

Es así de simple y de complejo a la vez así que cuidadín con poner etiquetas sin pensar a quién se las ponemos y a quién deberíamos ponérselas…pero iré al tema:

«Por favor»: a pesar de que es una norma básica y tan extendida se suele utilizar para pedir algo y solicitar así que la otra persona esté más predispuesta a hacer-dar-conceder aquello que le pedimos, por eso encuentro mucho más placentera la última parte del diálogo:   GRACIAS

Agradecer no es simplemente empatizar con la otra persona, su esfuerzo y el tiempo que nos han dedicado sino que nos enseña a valorar lo que tenemos.

Una persona que agradece se queja menos.

Además es un sentimiento que suele venir acompañado de sonrisas, es un diálogo-norma no escrita pero suelen aparecer ¿y a quién no le gusta sonreír? pues lo mejor es que siempre hay algo que agradecer.

Así que como diría Yoda:  El agradecimiento lleva a sonreír, sonreír lleva al gozo y el gozo a ser un poco más felices.

Ahí lo dejo y…  GRACIAS por leerme, no lo digo por decir 😉

 

Translate »